El final del cuento de los coches

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Cuando compramos un coche jamás pensamos en su final, es como cuando alguien se casa, de ninguna manera visualiza el escenario de un posible desenlace, como el divorcio o la muerte de su gran amor, pero siempre escuchamos por doquier que “nada es para siempre”. Cuando se crea un inicio, en algún momento llegará una ruptura.

No es cuestión de ser pesimistas, mucho menos, ocupar la mente en que todo terminará tarde o temprano, tan solo tener en cuenta que, cuando hay que despedir algo o alguien hay que asumirlo y seguir adelante. Además cuando algo se va, seguramente llega algo nuevo o al menos diferente, con lo cual, vivir otro tipo de experiencias, que a fin de cuentas van enriqueciendo nuestras vidas.

Así pues, cuando tenemos un coche nuevo, hay que disfrutarlo al máximo, hacer muchas de las cosas que tenemos en nuestras listas de deseos, para algunos puede ser ir de farra, recorrer locales nocturnos hasta la hora que se quiera, para otros, tener un vehículo les dará la posibilidad de ir de viajes, conocer lugares, incluso fuera del país, porque al ser propietarios de una de esas máquinas, no habrá fronteras.

Por supuesto, hay que darle los debidos cuidados, esto implica hacer los mantenimientos y revisiones periódicas, para garantizar que todo marche en orden, cuando surja algún inconveniente, lo ideal es reparar cuanto antes, para que no pase a una falla mayor, ciertamente, hay que conducir con precaución y cumplir las regulaciones en materia vial.

No obstante, independientemente del nivel de protección que le demos al vehículo, el tipo de uso, la frecuencia, la calidad de los repuestos que le coloquemos, o cualquier otro aspecto, de una u otra forma, esa propiedad tendrá un final.

Cuando ya no nos interesa o simplemente no podemos seguir con el coche podemos regalarlo, quizá donarlo, o mejor aún venderlo, en cuyo caso, la transacción varía según las condiciones en las cuales esté el vehículo, si aún está en buenas condiciones se puede hacer una venta directa, es decir, sin ningún tipo de intermediario, pero también están los concesionarios de venta de automóviles usados, cuyo proceso resulta más sencillo aunque la ganancia suele ser menor.

Pero si el coche está bastante afectado, porque tenga muchas fallas mecánicas, esté siniestrado o ya esté muy viejo, lo ideal es venderlo a un desguace experto como www.cochesparadesguace.com, en donde se encargan de todo el papeleo y la tasación es satisfactoria.