China es uno de los países más exóticos del mundo, por su historia, cultura y tradiciones, edificaciones, ciudades, su modernidad mezclada con su antigüedad, entre ellos, su larga muralla.

El Palacio Imperial, conocido como La Ciudad Prohibida, es la mayor ciudad de la antigüedad de madera del mundo, es el centro de Pekín y hogar de 24 emperadores chinos por 500 años, un complejo con un tamaño de 720 mil metros cuadrados que actualmente alberga al Museo del Palacio, así como 980 edificaciones. Fue declarada “Patrimonio de la Humanidad” en 1987.

Esta ciudad amurallada fue construida en quince años; de una extraordinaria belleza y valor por todos los tesoros artísticos que alberga, además de su gran tamaño. Cuenta con grandes obras de artes y colecciones de la dinastía Ming y Qing. Aunque parte de esta colección se encuentra en el Museo Nacional del Palacio en Taipéi.

La Ciudad Prohibida tiene en sus entornos los jardines imperiales, son parques con lagos y frondosos árboles hermosos. Llena de grandes simbolismos en sus estructuras desde el más mínimo de los detalles, en imágenes y colores. Podrá apreciar increíbles decoraciones en techos, columnas y paredes, en cada una de sus edificaciones.

Dentro de ella hay objetos de bronce, cerámica, porcelana, esculturas, pinturas, y sobre todo la piedra de Jade, que tiene una presencia importante en la ciudad, así como en toda la cultura china. En cuanto a su nombre, tiene varias interpretaciones en el lenguaje chino, presentando variados significados en el mismo idioma, pero literalmente es “Ciudad Púrpura Prohibida”.

Para describir uno de los lugares más importantes y significativos del país e incluso del mundo, hay que comenzar por la puerta Tiananmen, que da entrada a uno de los salones del Palacio Imperial más relevante,  llamado el “Salón de la Suprema Armonía”, imaginen su tamaño, solo el patio cuenta con 30.000 metros cuadrados.

Otro punto a destacar es la “Gran Escalinata de Mármol”, que se encuentra en el “Salón de la Armonía Preservada”. Y no se quedar allí, contempla el “Muro de los Nueve Dragones” que tiene 30 metros de largo, además, sus colores turquesa, azul cobalto, amarillos intensos, naranjas y tonalidades de verdes, impactan por la forma en que se armonizan y sus grandiosos detalles.

En el “Salón de la Longevidad” se observan distintas colecciones de piedras como el Jade y objetos de oro y plata. Si desea disfrutar de una vista panorámica imperdible de la ciudad, deberá subir a la “Colina Feng Shui”.